De golondrinas y otras historias…

Publicado: May 1, 2009 en Uncategorized

El ser humano fue dotado de una asombrosa capacidad para adaptarse y adaptar el medio que le rodea para satisfacer sus necesidades, esta cualidad le ha permitido propagarse por cinco continentes, habita tanto en la espesura de las selvas como en el desolación del desierto, se encuentra igualmente entre la bruma de las montañas que al costado de los ríos o de los mares.

Durante bastante tiempo, el ser humano convivió de manera pacífica con la naturaleza, las poblaciones más bien pequeñas que habitaban el planeta no tomaban más que lo necesario. De este lado del mundo, los antiguos habitantes veneraban a la tierra como a una madre, respetando la vida y descubriendo lo bueno que la naturaleza podía ofrecerles.
Después, algo cambió -no se trate aquí de buscar responsables-. El hombre desarrollo un extraño gusto por el poder y la riqueza, comenzó de esta manera a explotar la naturaleza, aumentar la producción, crecimiento y más crecimiento como la única vía de satisfacer las necesidades -reales o creadas- da igual de los miles de millones se personas que comenzaron a poblar el planeta.
La concentración  de los grupos humanos se ha tornado un grave problema, el crecimiento acelerado, y muchas veces falto de toda planificación de  las ciudades y los asentamientos humanos en general, ha creado todo tipo de problemas, desde la falta de servicios básicos para atender las necesidades de los nuevos habitantes como la destrucción cada vez mayor de lugares naturales, es decir sin presencia humana y de las especies que ahí habitan.
Como explicar a las golondrinas que desde hace tantas generaciones viven en una de las muchas barrancas de Cuernavaca, que pronto los arboles donde han hecho sus nidos desde tiempos que ya ni ellas recuerdan, serán arrancados hasta la raíz para permitir la construcción de una zona habitacional mas, ¿Es que esto es justo acaso?

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